
La Virgen de los Dolores de Soriano es una de las advocaciones marianas más queridas en Querétaro, venerada por más de tres siglos en el barrio de Soriano, en la cabecera municipal de Colón. Reconocida como Patrona Principal de la Diócesis de Querétaro desde el 31 de octubre de 1969, su origen probablemente se remonta a España, traída por misioneros dominicos a la región, donde fue colocada en diversas misiones entre los indígenas chichimecas.

La imagen ha sido testigo de milagros y grandes devociones a lo largo de los años. Uno de los eventos más notorios incluye el milagro de María José Gutiérrez Hernández, una niña que se ahogó en una poza en 2004. A pesar de haber estado sumergida durante 40 minutos, fue rescatada y recuperó la vida sin secuelas. La madre, en su desesperación, clamó a la Virgen de Soriano por la vida de su hija, y muchos testigos sostienen que la niña atribuyó su milagroso regreso a la Virgen.

La devoción hacia la Dolorosa ha ganado muchos adeptos con el tiempo, convirtiéndose en un importante punto de peregrinación, especialmente durante el Viernes de Dolores. La construcción del actual santuario comenzó en 1880 y se completó en 1890. A lo largo de su historia, la Virgen ha sido coronada y ha tenido reconocimiento formal, siendo elevada a la categoría de Basílica en 2009.

Los fieles continúan acudiendo al santuario, presentando sus promesas y agradecimientos, con una notable afluencia en fechas cercanas a su festividad. La Virgen de los Dolores de Soriano representa no solo un símbolo de la fe católica en Querétaro, sino también un vínculo de amor y esperanza para quienes buscan su intercesión en momentos de necesidad.